Clave de bóveda del ábside de la iglesia de Santa María do Azougue. Autor: Alfredo Erias ©

Fernán Pérez de Andrade.
Autor: Alfredo Erias ©

ICONOGRAFÍA DE LAS TRES IGLESIAS GÓTICAS DE BETANZOS: San Francisco, Santa María do Azougue y Santiago , de Alfredo Erias Martínez, ha nacido como tesis doctoral, calificada como “Sobresaliente cum laude”, por unanimidad, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela. Pero desde su presentación el 30 de enero de 2014 se ha enriquecido con nuevos capítulos y la corrección y ampliación de otros.
Se trata de una “obra de madurez” de tres décadas, como bien ha reiterado el Tribunal, realizada por un investigador con una amplia bibliografía a sus espaldas, que no necesitaba para su curriculum ni para su trabajo profesional hacerla. Y es, por tanto, una obra académica, pero al mismo tiempo creativa y libre de ataduras, con varias posibilidades de lectura, como bien señaló la catedrática de la Univ. de Oviedo, Mª Soledad Álvarez Martínez.
Las propias palabras de los miembros del Tribunal lo dicen todo. Su presidente, Ermelindo Portela Silva señaló: “Es un libro necesario, porque es una excelente aportación a la Historia del Arte y porque es en sí mismo una obra de arte”; “he aprendido mucho ante esta impresionante acumulación de imágenes de la Edad Media”; “hay muchas respuestas dadas aquí y muchas preguntas que se pueden formular y esto enriquece su aportación”... Por su parte, el profesor Ramón Yzquierdo Perrín la calificó de “magnífica tesis”, ponderando el corpus gráfico como “aportación capital”, tanto en lo que respecta a las fotografías, realizadas por el autor, como a los “magníficos y muy envidiables dibujos”, también de su autoría, además de las “recreaciones impresionantes”, de las cuales le impactó especialmente el atinado cromatismo del sepulcro de Andrade. Y añadió: “de todas las tesis en que he estado es con diferencia la mejor presentada formalmente”, “una tesis que abre muchas puertas”.
Porque, ciertamente, el autor ha realizado una obra monumental, con un corpus gráfico extraordinario, de más de 1.800 fotografías en color y unos 330 dibujos, imágenes casi todas de su autoría. Y deja numerosos hallazgos y aportes. Por ejemplo, nos sorprende un calendario cósmico a añadir a los agrícolas de Santa María y San Francisco y una amplísima representación de los caballeros y mujeres de Galicia, así como increíbles retratos, antes desconocidos, de Fernán Pérez de Andrade y de su familia. Clero, burgueses y peregrinos también aparecen en toda su extensión. En el estudio de la caza no se queda sólo en Betanzos, que ya sería bastante, sino que engloba a Galicia y, sobre todo, a Portugal, llegando al mundo clásico.
Y al seguir la lógica de su planteamiento, encuentra a Dios en la Anunciación, la Nativitas Domini, el Pesebre y la Adoración de los Reyes, elementos todos del primitivo Nacimiento, creado por San Francisco. Pero también lo encuentra en imágenes menos gratas: aquellas que marcan el camino del Calvario, que culmina en la Cruz. Y para completar las escenas de la vida de Cristo, estudió el maravilloso retablo tardogótico flamenco de la iglesia de Santa María do Azougue.
Sorprendente es el capítulo que dedica a la Luz, dejando muy claro su significado y el papel que en ello tienen los rosetones. En esta línea, es una novedad luminosa, nunca mejor dicho, que el pomo de la espada de Fernán Pérez de Andrade represente un rosetón, porque la estrella hexalfa y la cruz interior significan Dios-Cristo y, por tanto, Andrade se presenta en la hora de su muerte como soldado de Cristo: un nuevo templario o heredero del espíritu del Temple, que encarnaba también su hermano Nuño Freyre de Andrade, Maestre de Christus en Portugal.
¿Y qué se puede decir del green man u hombre verde gallego?; porque era un tema desconocido y Erias nos lo desvela, emparentándonos así con países como el Reino Unido que lo mantiene vivo en sus tradiciones y, por tanto, creando lazos europeos, que es algo, siempre, de mucho valor.
Analiza con detenimiento cada uno de los agentes de la tentación que ve en las tres iglesias, y desemboca en el Juicio Universal, el Infierno y el Paraíso, descubriendo en el apostolado del ábside de San Francisco las estatuas de un Santiago Peregrino y un San Felipe, junto a los otros dos apóstoles ya conocidos (San Pablo y el posible San Juan Evangelista), para culminar con la lectura de la huella dejada por las figuras destruidas de la parte superior del Juicio Universal de dicho ábside (la capilla funeraria de Andrade), con lo que nos aporta una lectura global del tema.
No contento con todo esto, estudió el retablo renacentista del arcediano Pedro de Ben en la iglesia de Santiago, descubriendo entre otras cosas, un retrato del joven emperador Carlos V y otro de su abuelo Maximiliano I de Habsburgo.
Esta obra nos ayuda a comprender el fenómeno religioso, social y político que subyace en las grandes y pequeñas construcciones franciscanas, ya sean iglesias, monasterios, cruceiros o cualquier otras. Dice Erias que todo lo que vemos en estas tres iglesias se soporta en un pacto no escrito entre el poderoso caballero del s. XIV, Fernán Pérez de Andrade y los franciscanos; un pacto que dejó una huella magnífica que es necesario actualizar y poner en valor permanentemente y que convierte a Betanzos en la indiscutible capital del gótico gallego.
 


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